Ninoska del Pino es experta en Recursos Humanos, lo que quiere decir que a lo largo de su dilatada experiencia ha asesorado, gestionado y tratado a miles de aspirantes y profesionales en multitud de ámbitos laborales. Este sábado visitó nuestra escuela para ofrecer una masterclass de lo más práctica, de la que sacamos unos consejos muy, muy útiles de cara a salir ahí fuera y conseguir trabajar en aquello a lo que siempre hemos aspirado.

Durante la masterclass comentaste que hubo un momento en que tuviste claro que querías dedicarte al mundo de los Recursos Humanos y que ibas a poner todo tu empeño en ello. ¿Cómo surgió? ¿Qué viste en este campo que te empujara con tanta fuerza a ello?

Creo que todos en nuestro camino (este camino cambiante y que vamos haciendo con los años), vamos tomando la dirección según si somos de letras, de ciencias o tecnológico, o si nos atrae la música, el baile, el arte dramático o las nuevas tecnologías…Sólo tenemos que escucharnos más a nosotros mismos y sentir lo que nos hace vibrar cuando hacemos algo que nos apasiona.

El mundo de RRHH, me atrajo desde el primer momento, sobretodo el trabajar con personas. Gestionar a las personas, potencial el talento, el trabajo en equipo…Pero creo que lo más gratificante es que te agradezcan el trabajo bien hecho a pesar de una situación difícil. Por ello puse mi objetivo, y ahí puse el foco.

Normalmente, un profesional creativo suele centrar toda su fuerza en el contenido de su portfolio o demo reel, pero a nivel interpersonal, cuando toca defenderse por uno mismo, ¿qué debilidades sueles observar en este tipo de profesionales y qué deberían reforzar?

Esta pregunta me parece tan importante como interesante, que deriva en la pregunta “¿Cómo venderse?”. Un profesional creativo conoce muy bien la parte técnica, pero debe desarrollar sus habilidades sociales, la capacidad de influencia y de negociación, la comunicación y como saber llegar a la persona que tienes enfrente. Aspectos que, pese a ser fundamentales, no se enseñan en universidades, masters ni posgrados.

Mejorar cómo nos presentamos de cara a futuros empleadores parece una vía de autoanálisis bastante interesante. ¿Asesorar en cómo podemos tener éxito durante una entrevista de trabajo también implica (al menos en ocasiones) asesorar sobre cómo nos comportamos en nuestro día a día? ¿En analizar nuestra propia actitud codiana?

Unos de los factores más importes es la Actitud, en todos los aspectos que rodea nuestra vida, ¿cómo me relaciono con los demás?, ¿cómo me relaciono con los obstáculos?, ¿Cómo me enfrento a las cosas?. La actitud no sólo deberíamos de hacer un autoanálisis en una entrevista de trabajo, sino en cualquier situación, porque es nuestro valor diferencial.

Una cosa es el fracaso, que, en muchas ocasiones, deriva de un rechazo. Pero, ¿cómo se debe afrontar «el silencio», esa ausencia de respuesta cuando se presenta tu currículum o tu trabajo en un sitio y otro y ni siquiera obtenemos respuesta?

Mi visión del fracaso (palabra que no suelo usar demasiado sino oportunidad), es que a pesar de ellos, y a través de ellos se puede obtener el éxito, porque cada uno de ellos nos ha hecho aprender algo nuevo. Sería más simple si te digiera que Ray Croc, fundador de McDonals vendió café y batidos hasta los 52 años. Sería más simple si te digiera que la empresa Coca-Cola empezó su andadura como productor de jarabe medicinal pero al no tener éxito cambio de rumbo a la fabricación de refrescos, sería más fácil si te digiera que Ang Lee director de cine ganador de un Oscar se dedicó a las tareas del hogar hasta los 31 años. Sería más simple si te contara que Peugeot fabricaba molinillos de café antes de dedicarse al mundo del automóvil o que J.K Rowling antes de publicar Harry Potter era una profesora de inglés y sentía que su vida no tenía sentido.

Con respecto a la “ausencia de respuesta”, hay que seguir sembrando y no pararnos frente a dicha ausencia, porque estaremos haciendo acciones que pueden derivar en el brote de dicha semilla.

Finalmente, ¿cuál crees que es el valor diferencial más importante a la hora de presentar nuestro trabajo entre los cientos y cientos de candidatos?

Una buena presentación: diseño, formato, imagen, creatividad y originalidad