El Diseñador gráfico ama su trabajo. Antes de entregar una pieza final hemos analizado la situación, observado a la competencia, diseñado una campaña y finalmente creado el contenido. Este es el momento donde más disfrutamos y también, muy a nuestro pesar, donde comienza el intrusismo por parte de todas las personas que nos rodean.

Cuando nos encargan un proyecto, nuestro cliente tiene una idea clara de lo que le gusta. Por mucho que confíe en nosotros, su criterio va a predominar en todas las conversaciones.
¿Qué podemos hacer para poner fin a los: ‘’yo creo que esto lo movería más a la derecha’’?

Diseñador gráfico Laura Reynel

Diseño de Laura Reynel.

La clave de esta cuestión es muy simple, tenemos que defender nuestra especialidad. Hay que mostrar al cliente que tenemos capacidad laboral a la hora de diseñar una identidad visual para su marca. Lograr un prestigio profesional es un trabajo de fondo que se debe hacer de forma individual y que llegará tras años de experiencia, pero te animo a que partas de una base que se apoya en tres conceptos clave: la confianza, la rentabilidad y el buen gusto.

CONFIANZA
Este es el primer punto para ganar prestigio como diseñador gráfico frente a nuestro cliente. Debemos estudiar su marca y mostrar que la conocemos como si fuésemos un miembro más de su equipo. Cuando vea que hemos captado la línea que quiere seguir, nos dará libertad suficiente para que podamos hacer el trabajo.

RENTABILIDAD
Nosotros somos profesionales, haremos los diseños de forma ágil y con los conocimientos técnicos necesarios para realizar un buen trabajo. Al cliente le beneficiará de cara a otras áreas. Si delega la parte de imagen de marca a un diseñador gráfico, tendrá más tiempo para centrarse en otras secciones y erradicará futuros problemas.

Diseñador gráfico Alejandra Aguado

Diseño de Alejandra Aguado.

Diseñador gráfico Belén Nuevo

Diseño de Belén Nuevo.

BUEN GUSTO
No puedes hablar con un cliente y decirle que su idea de usar la tipografía Comic Sans es una basura, pero con el uso de la asertividad todo es posible. Cuando nos ganemos su confianza, le hablemos de la rentabilidad de externalizar este área y le hayamos mareado con palabras técnicas, es hora de mostrarle la onda que llevan los diseñadores gráficos actuales. Es muy importante que no le asustemos. Opta por mostrarle trabajos de grandes empresas de su sector o de marcas conocidas, se fiará de tu buen gusto y con suerte solo te pedirá que cambies el color del fondo.

Poco a poco usarás tus propias armas para plantarle cara al intrusismo, pero recuerda, una vez que cedas a las opiniones de tu cliente, no habrá vuelta a atrás.

Diseñador gráfico

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