Teníamos muchas ganas de hacer este post para enseñaros una de las técnicas de ilustración más especiales que conocemos y que ha desarrollado nuestro profesor Jaime de la Torre. Se trata de la técnica del dibujo en negativo. Hemos hablado con Jaime para que nos explique todos los secretos de este arte y nos cuente más sobre su proceso de aprendizaje.
En 2013, tras un complejo proceso de experimentación, desarrollé la técnica del dibujo en negativo, un concepto totalmente nuevo que consiste en revertir los colores para crear imágenes sorprendentes. Esta técnica que se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de mi trabajo, requiere un alto conocimiento en las teorías del color para poder crear imágenes de tonalidades y efectos cromáticos opuestas desde una imagen al natural.
La técnica consiste básicamente en dibujar al contrario. En lugar de utilizar tonos oscuros para las sombras y claros para los brillos se hace al contrario. De esta manera obtendríamos un dibujo en negativo.
»Para esta técnica se pueden utilizar infinidad de materiales, pero en esta ocasión he elegido el trazo de un bolígrafo bic dando como resultado al positivarla imágenes de tono dorado, siendo este el contrario al azul del bolígrafo bic y lápices para dar como resultado tonos plateados» declara el ilustrador.
Lo realmente complicado surgió a raíz de comenzar a emplear colores, para poder obtener el color exacto deseado se debían de hacer pruebas en un papel con diferentes tonalidades y mezclas de bolígrafos y lápices de colores e ir observando con la cámara del móvil en modo negativo si el color que deseaba era el correcto. El resultado era el color complementario, tanto en color, saturación y tonalidad, manejar este aspecto era realmente complicado al principio, pero con práctica ya se desarrolla una especie de “visión negativa” y conoces de un vistazo el color complementario del deseado.
Una vez acabada la ilustración hay varias maneras de positivarla: mediante la cámara de un smartphone, tablet o cualquier dispositivo, poniendo a esta en modo negativo y enfocando sobre la ilustración original para así poder ver el positivo. O bien escanear el dibujo e invertirlo digitalmente para, posteriormente, imprimirlo como si de un negativo fotográfico se tratara, para crear revelar el positivo.
Recomiendo a todo ilustrador probar esta técnica con bolígrafos, lápices de colores o cualquier medio tradicional, a parte de ser un autentico vicio, el aprendizaje de teoría de color adquirido en el proceso es brutal.
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