Ilustrar paisajes es probablemente uno de los procesos con los que más podemos aprender dentro de la pintura o el dibujo digital, ya seamos principiantes o llevemos mucho recorrido como ilustradores. Para hacer una buena ilustración, sea digital o tradicional, hay diferentes elementos que tenemos que tener en cuenta para aprender a dibujar un paisaje perfecto. Elementos como la perspectiva atmosférica o tener en cuenta el clima de nuestro paisaje para hacer más realista nuestro proyecto… serán puntos clave para marcar la diferencia. Pero… ¿qué es la perspectiva atmosférica?, ¿cómo podemos diferenciar nuestras ilustraciones si en nuestro paisaje hace sol o si está nublado? ¡Aquí van unos cuantos consejillos que te ayudarán a que tus próximos paisajes ganen mucho más!
¿Qué es la perspectiva atmosférica?
Todos estamos de acuerdo en que la perspectiva a la hora de realizar una ilustración es importante, pero a la hora de dibujar un paisaje se convierte en algo ESENCIAL. Y es ahí donde entra el concepto que vamos a explicar en este post: la perspectiva atmosférica. La perspectiva atmosférica, también llamada perspectiva aérea, es un concepto que fue definido por Leonardo DaVinci, y que muchos autores han seguido al pie de la letra en sus obras.
Pero… ¿qué es la perspectiva atmosférica y en qué consiste esta técnica? Se basa en dar profundidad a un dibujo, ya sea digital o tradicional, utilizando recursos como el desenfoque de los elementos más lejanos, intentando imitar la densidad del aire y los elementos atmosféricos que existen en la realidad. Es decir, cuando dibujamos un paisaje, a medida que este va ganando profundidad (distancias medias y largas), por normal general se debe reducir el contraste, la saturación y la definición en esas zonas.
Trabajo realizado por Deydre Alonso Rosillo en el Máster Profesional en Arte Digital y Concept Art.
¿Por qué es tan importante emplear la perspectiva atmosférica en nuestros proyectos artísticos?
Cuando observamos un paisaje en la realidad, elementos como el polvo del ambiente o la humedad hacen que observemos de manera menos nítida y con cierta tonalidad azulada los objetos más alejados. Esta realidad que podemos observar en nuestro día a día, debemos plasmarla en nuestros proyectos. Si dibujamos un ambiente con el mismo nivel de detalle en una montaña del fondo que en un animal que se encuentra en primer plano, nuestro dibujo perderá toda su profundidad y perspectiva.
Al emplear esta técnica, es diferente utilizarlo en pintura o en dibujo y debemos emplear diferentes recursos. Cuando usamos la perspectiva atmosférica en pintura, lo que está más cerca del espectador tendrá que tener más saturación y contraste, mientras que lo que esté más alejado tendrá que tener mucha menos definición. En dibujo, lo que más cerca se encuentre del espectador estará delineado de forma más oscura y gruesa, mientras que lo más alejado tendrá una línea clara y más fina.
¿Qué pasa cuando realizamos una ilustración de un paisaje utilizando una herramienta como Adobe Photoshop? Pues que tendremos que trabajar estos diferentes planos en distintas capas, pero hay que tener muy presente que si queremos que nuestro paisaje tenga un estilo más pictórico y esté más integrado será mejor trabajar esa profundidad en el menor número de capas posibles.
Clima y atmósfera en un paisaje
Otro de los factores clave para dibujar paisajes junto con la perspectiva atmosférica es el clima que queramos representar en nuestro paisaje, es decir, si queremos representar un día con lluvia, con nubes, con un sol radiante o lleno de niebla, esto marcará (y mucho) los tonos de nuestro dibujo.
A continuación, os explicamos brevemente cómo deberíamos realizar nuestros dibujos según el clima, para que nuestras ilustraciones estén llenas de vida:
Paisaje de un día soleado sin nubes
Cuando queremos ilustrar un día soleado sin ninguna nube las sombras deben ser muy oscuras y en tonos azules. Debemos representar nuestro cielo con tonos cada vez más violáceos cuanto más alto miremos.
Paisaje de un día nublado
En una ilustración con un día nublado lo que va a marcar la diferencia es realizar nuestras sombras más grisáceas. ¡A más nubes, sombras más grises!
Trabajo realizado por Julia Fernández, instructora del Máster en Arte Digital.
Ambiente en un día con niebla
¿Cuál es la característica principal en un día con calima o mucha niebla? La ausencia prácticamente total de sombras. En un ambiente como este apenas tendremos sombras, porque la luz rebotará en cada una de las gotas en suspensión del aire. El punto con mayor luz de nuestra ilustración debe ser el cielo. Los tonos en todo el dibujo deben estar muy saturados, ya que el gris del entorno hace que destaquen mucho más de lo normal.
Paisaje de un día lluvioso
Para un paisaje con lluvia debemos mantener las mismas características que en los días nublados, es decir, sombras muy grises y oscuras. Añadiremos la lluvia a posteriori, junto con los brillos típicos sobre los objetos y superficies mojadas.
Ambiente en un día con nieve
Para ilustrar paisajes nevados lo más importante es que los tonos de nuestras sombras deben quedar muy saturados, ya que deben contrastar con el blanco de la nieve.
En definitiva, debemos tener muy presente cómo es el clima del entorno que queremos dibujar, ya que estos detalles en las tonalidades y en las sombras marcarán una gran diferencia en cada uno de nuestros dibujos.
El mundo de la ilustración se extiende por muchísimos conceptos como la perspectiva atmosférica y prácticas tan interesantes como emplear diferentes tonos según el clima que tenga nuestro paisaje. Si quieres convertirte en todo un experto de la ilustración y dominar aspectos como estos y muchos más, no te pierdas todos los conocimientos que puedes aprender en todas nuestras formaciones en Ilustración Digital.