Imagina que un día despiertas y, de buenas a primeras, apareces en las pantallas de medio mundo cada vez que alguien abre Adobe Photoshop CC. Bueno, no tú si no una de tus ilustraciones. Pues eso es lo que le ocurrió a Rubén Álvarez, una de las jóvenes y más prometedoras promesas del arte digital español, cuya obra “Paradise in the Future” fue seleccionada por la propia desarrolladora como imagen de marca, tanto para su software como para toda su campaña publicitaria. En Trazos no podíamos dejar pasar la oportunidad de conversar con Rubén sobre cómo un chico de 24 años de Camponaraya (León) ha logrado colarse en el mayor programa de retoque y creatividad digital.
¿Cómo comenzaste a interesarte por el arte digital? ¿Era una pasión que ya venía desde la infancia, como suele ocurrir o fue una revelación (como también les ocurre a otros tantos) un día que descubriste Photoshop?
Todo empezó hace unos 8 años cuando navegando por un foro me encontré con los típicos banners que llevan los usuarios en su perfil, que en ese caso se llamaban firmas. Me gustaron y decidí probar Photoshop por primera vez para ver si conseguía hacerme una por mi mismo. Recuerdo que la primera vez que abrí Photoshop vi tantas herramientas, filtros y opciones que a los diez minutos lo cerré y lo dejé un mes de lado. Desde entonces empecé a meterme en foros de arte digital de los que ya no existe ni uno y, utilizando tutoriales que encontraba por la red, fui aprendiendo más y más cosas hasta el punto de darme cuenta de que es ésto a lo que me quería dedicar en el futuro.
Formarse como autodidacta no implica carecer de maestros, ¿quiénes han sido los tuyos? ¿Quiénes te han influenciado a la hora de ir creando tu propio estilo?
Pues no he tenido maestros la verdad, pero sí que he tenido muchas influencias o mejor dicho referencias, sobre todo desde que me dedico a esto profesionalmente desde hace unos pocos años. Algunas de esas referencias han sido Sebastien Hue, Raphael Lacoste, Tomas Muller, Dylan Cole… De todas formas, en el último año he tenido el placer de conocer y entablar amistad con algunos de los mejores artistas del mundo como los chicos del estudio Retoka o Albert Fornós, de aquí de España, Jack Usephot, actual imagen de Photoshop o Gus Geijo que, aunque no sea artista digital, es un gran fotógrafo. A pesar de que sus estilos sean completamente diferentes siempre te vas a fijar en sus trabajos y aprender todo lo que puedas de ellos.
¿Cómo ves el panorama del diseño y el arte digital? ¿Está al mismo nivel de desarrollo que, digamos, otras disciplinas como los efectos visuales o la animación?
Digamos que creo que, aparte de que esta muy poco valorado aquí en España, falta dar un paso más en cuanto a cultura en este tema. Conozco artistas digitales españoles que son realmente buenos, que tienen un talento y unas ganas increíbles, pero que no se les da una oportunidad y tienen que irse a trabajar fuera. Creo que habría que cambiar la forma de pensar, valorar más el trabajo del artista y abrir horizontes, darse cuenta de que una imagen hecha con Photoshop o cualquier otro programa de edición digital es mucho más que eso, una simple imagen.
Sin duda, un punto vital en tu temprana carrera ha sido el “momento Adobe”. ¿Cómo surgió? Al parecer alguien te contactó desde California y al principio no te quedó muy claro de qué se trataba…
Pues es una historia muy curiosa y, como me dice la gente, parece de película. Hace un año y medio recibí un mensaje a través de Behance donde me pedían permiso para usar uno de mis trabajos en un spot publicitario en conmemoración del 25 aniversario del Photoshop, me decían que sería retransmitido en las pausas publicitarias de los Oscars, así como que me ofrecerían una compensación económica. Entonces claro, para un chaval que vive en un pueblo que vengan desde la otra punta del mundo, desde la empresa creadora del Photoshop, que le digan eso pues es demasiado bueno para ser verdad. Al principio nadie en mi entorno se lo creía, pero resulto ser verdad. Esto llevo a que unos meses después volvieran a contactarme de Adobe para que mi imagen representara a la nueva versión del Photoshop, me impactó igual o más que la primera vez, pero de esto ya no hubo ninguna duda desde el primer momento. Finalmente tuve la gran suerte de recibir contacto por tercera vez y en esta ocasión se trataba se usar ese mismo trabajo para una campaña publicitaria de Microsoft que todavía no ha visto la luz. El último año y medio ha sido increíble y creo sinceramente que no hay mejores experiencias para un artista digital que éstas.
¿Qué te ha supuesto la proyección de Adobe como creador que el gigante del software creativo se haya fijado en tu trabajo?
Gracias a eso he tenido un gran impacto, sobre todo en Behance. Me pude establecer como freelance y recibir encargos de todas las partes del mundo, me ayudó a ver con más claridad cómo funciona todo en este mundo del arte digital. Y sobre todo me hizo crecer mucho como artista.
De todas formas no todo es tan bonito, la presión también creció, algo que por un lado me ayuda a querer mejorar cada día, pero que en ocasiones también me quita el sueño por la noche. Aún me queda una espinita clavada y la verdad es que al haber sido siempre freelance creo que es un buen momento para crecer y aprender en un buen estudio, así que no descarto próximamente un cambio de aires.
Comentas que algunos de tus trabajos los complementas con Cinema 4D, ¿tienes pensado seguir indagando en esa fusión imagen/audiovisual/3D?
Por supuesto, el 3D me encanta pero me parece demasiado complejo, al igual que el Photoshop al principio, pero poco a poco me voy adentrando más y más en ese mundo y espero que algún día pueda complementarlo a la perfección con Photoshop.
Finalmente, ¿qué le recomendarías a nuestros alumnos de diseño y arte digital?
Les recomendaría sin duda que intenten aprender todo lo que puedan, que aprovechen para compartir lo que realmente les gusta, que abran la mente y que, sobre todo, estén dispuestos a recibir críticas y aceptarlas.
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