¿Aprendiendo a diseñar? ¡Te enseñamos los 5 principios básicos del Diseño Gráfico!

¿Qué es el Diseño Gráfico?

Antes de empezar directamente con los principios del Diseño Gráfico es importante recalcar qué es el Diseño Gráfico, cuáles son las funciones que tienen los diseñadores gráficos y cómo desarrollan proyectos escogiendo los elementos del diseño más potentes.

El Diseño Gráfico es una de las disciplinas más importantes dentro del Sector Digital. El Diseño consiste en un proceso creativo de desarrollo de proyectos que transmitan un mensaje concreto a través de la combinación de imágenes, textos, ilustraciones o recursos gráficos de todo tipo. El Diseñador Gráfico se encarga de la presentación, ejecución y producción del proyecto creativo. No hay que confundir sus funciones con las del Director de Arte, que se encuentra dentro del proceso creativo desde el primer momento, desde la estrategia hasta la producción del proyecto.

Trabajo realizado por Gabriela Moro en el Máster en Dirección de Arte.

Dentro de esta disciplina entran todo tipo de proyectos dentro de la comunicación y el marketing. Se utiliza para desarrollar campañas de publicidad, diseño web, diseño de packaging, creación de marcas, diseño editorial, e incluso diseño de interiores. El Diseño Gráfico tiene el principal objetivo llamar la atención, producir una reacción o una respuesta en la persona que visualiza ese proyecto. Es por eso que conocer bien los principios del Diseño Gráfico nos puede ayudar a tener claro qué hacer o qué no hacer en cada nuevo proyecto que se nos ponga por delante.

Principios del Diseño Gráfico

Bien. Ahora que ya tenemos 100% claro qué es el Diseño Gráfico como disciplina y en qué campos se puede utilizar, pasamos a los principios del Diseño Gráfico, que se pueden resumir en los 5 principios más básicos.

Énfasis o punto de enfoque

A la hora de desarrollar un diseño debemos crear un punto de interés para el espectador. Un elemento diferenciador dentro de toda la imagen que destaque y haga fijar la mirada de todos en ese punto concreto. Lo podemos hacer a través de una forma (rompiendo la composición con algún elemento que destaque), con un color (todo el diseño del mismo color, excepto el elemento a destacar) o con el tamaño (ya sea más grande o más pequeño).

Trabajo realizado por Mireya Calduch Pérez en el Máster en Dirección de Arte.

Equilibrio

La falta de equilibrio dentro de una composición suele generar rechazo. Debemos procurar que nuestro diseño mantenga una armonía visual. Podemos crear esta armonía de dos maneras: con una composición simétrica, es decir, ubicando los elementos de forma equilibrada y respetando los mismos espacios. O bien, de manera asimétrica, manteniendo ese equilibrio visual aunque los elementos no mantengan la misma forma.

Ritmo o movimiento

El ritmo o el movimiento hace referencia a la frecuencia con la que se repite un elemento dentro de una composición. Recuerda que siempre debe mantener una armonía visual. Esto se puede hacer de dos maneras: radial (elementos en forma circular) o lineal (elementos en una línea recta que dan continuidad al diseño).

Armonía o unidad

Cuando un grupo de elementos dispuestos en un mismo espacio están relacionados y organizados entre sí, se crea una unidad o armonía entre ellos. ¿Cómo pueden estar relacionados entre sí estos elementos? A través de la repetición (un elemento se copia en repetidas ocasiones), la sucesión (utilizando de forma repetida un elemento o un color, siendo este el punto de enfoque), la proximidad (manteniendo una distancia determinada entre diferentes elementos de la composición), el color (con uno de colores análogos, por ejemplo), o con el contraste de color (con uso de colores complementarios que creen armonía visual).

Trabajo realizado por Lucía González Alonso en el Máster Profesional en Diseño Gráfico y Dirección de Arte.

Simplicidad

Este, sin duda, es uno de los principios del Diseño Gráfico más relevante a la hora de crear un proyecto. Menos es más. Sobrecargar un diseño podría ser contraproducente para comunicar un mensaje de manera eficaz y rápida. Cuando más llenemos nuestro diseño con elementos gráficos que no aportan nada, menos armonía visual habrá y, por lo tanto, peor se entenderá lo que queremos comunicar. Recuerda. Menos SIEMPRE es más.